Wednesday, 30 July 2014

Natalicio de Bolívar


VENEZUELA VIVA
En este dia del Natalicio de Simón Bolívar estrenamos el nuevo programa radial VENEZUELA VIVA, el unico programa en los medios canadienses dedicado exclusivamente a la cultura venezolana. Entrevistamos al Dr. Francisco Javier Velasco, profesor universitario de antropologia y ecologia de Venezuela.

Programa #1: Natalicio de Bolívar

Dra. Maria Páez Victor

Radio Voces Latinas, 1610 am
Internet:  www.chha1610am.ca
Toronto, Canadá
24 julio 2014


Hoy celebramos el Natalicio de Simón Bolívar, El Libertador.
El  24 de julio del año 1783 nació en Caracas quien libertó del imperio español a Venezuela, Colombia, Ecuador, Bolivia, Perú y Panamá.   

Bolívar vive particularmente en el corazón de su tierra natal arraigado en la identidad  y cultura venezolana.

Hay algo de magia, de nostalgia, de encanto en esa casa donde nació Bolívar, en la esquina de Traposo a San Jacinto en el mero centro de la capital, a escasos pasos de la Catedral  y de la Plaza que lleva su nombre. A pesar de la ciudad moderna que los rodea, allí están las mismas calles empedradas, junto las mismas casas coloniales. Esa es la cuadra más emblemática de Venezuela, escenario de tantos momentos históricos inolvidables.

A ese niño nacido de las más mantuanas y adineradas familias de la Capitanía de Venezuela, lo bautizaron Simón José Antonio de la Santísima Trinidad Bolívar y Palacios Ponte y Blanco.

No tuvo una niñez ideal. Tenía dos hermanos y una hermana, pero su padre murió de tuberculosis cuando Bolívar tenía dos años, y su madre cuando tenía 9 años. Quedaron los huérfanos en la custodia de dos tíos maternos,  Esteban  y Carlos Palacios. Como Esteban estaba en España, quedó Carlos Palacios encargado, pero siendo éste un hombre de carácter difícil, Bolívar no podía entenderse con él, y se escapó a la casa de su hermana María Antonia. Luego, vivió un tiempo con su maestro Simón Rodríguez.

En enero de 1799, aun no cumplidos los 16 años enviaron a Bolívar a España a visitar su tío Esteban. Viajó junto a su  joven amigo, Esteban Escobar en el buque  “San Ildefonso” haciendo escala en Veracruz y La Habana.

En España, Bolívar ingresó al ambiente de la corte real pues su tío Esteban Palacios vivía en la casa de un cortesano culto y elegante, Manuel Mallo, nacido en Nueva Granada,  criado en Caracas y amigo de los Palacios Blanco. A los pocos días llegó otro tío de Bolívar, Pedro Palacios, a estar con ellos.

El rey Carlos IV y la reina María Luisa tenían una corte sumida en irresponsabilidad y corrupción, dominados por Francia. Y Mallo conducía amores escandalosos con la reina.

Un día Mallo invitó a Bolívar y su amigo Esteban Escobar a cenar, diciéndoles que vendría un tercer invitado. Ya estaban sentados en la mesa cuando se abrió la puerta que comunicaba con el palacio real y apareció un capuchino, quien se quitó la  capucha  revelando el rostro de la reina quien se quedó a cenar con ellos. 

Así pues, Bolívar  pudo contemplar bien de cerca la podredumbre de la Corte Española, afrancesada y desprovista de virtudes. No es de extrañar entonces que en cuanto pudieron, él y sus dos tíos se fueron de la casa de Mallo a vivir en otro lugar.

Los historiadores Arístides Rojas y Jorge Raygada Cauvi recuentan un incidente durante su estadía en España que  nos da un vistazo a la persona humana, real, que fué Bolívar, no el héroe, impasible, estatua distante que generalmente nos presentan, y que sin embargo, fue un augurio de lo que sería su glorioso futuro.

A menudo a Bolívar lo invitaban a jugar volante con el príncipe heredero, el futuro Fernando VII que era un año menor que Bolívar. Volante era un juego con pelota y raqueta. Un día sin querer,  le dio con la raqueta a la cabeza del príncipe desalojando su gorra. Los compañeros de juego atemorizados le aconsejaron que se retirara cuanto antes, pero Bolívar, demostrando aun a esa  temprana edad su temple,  se niega diciendo:  “Si su Alteza nos hace el honor de jugar con nosotros el volante, no tengo de qué arrepentirme.”

Enterada la Reina, le da la razón a Bolívar y dijo:” Tiene razón el rapaz  y no hay motivo para castigarlo, y pues el Príncipe se entrega a juegos infantiles con ellos, decidle que en otra ocasión se ajuste mejor la gorra.”

Más adelante en sus vidas, Fernando VII  habría de recibir un golpe mucho más duro a manos de Bolívar, quien le tumbó, no la gorra, sino la corona en Nuestra América al liberar tantas de sus colonias en el continente.

Bolívar vive en la memoria de Nuestra América por su gesta libertadora claramente, pero ahora muy  especialmente también que su sueño de una Latinoamérica unida se está plasmando. El Presidente Hugo Chávez Frías fue quien impulsó la estructura de integración de la región con TELESUR, CELAC, UNASUR, PETROSUR, PETROCARIBE, BANCO DEL SUR, Y EL ALBA. Cada día el sueño de Bolívar de una Latinoamérica unida se hace más realidad.

Fernando VII quedó en la historia como un fracaso, pero la luz de Bolívar no cesa de alumbrar.




Bibliografía

Jorge Raygada Cauvi, Capítulo I, Su Formación, en “Bolívar 1783-1983”, Editorial Bloque Armas

Arístides Rojas, “Leyendas de Venezuela”, Editorial CEC






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