Ruge el ratón ecuatoriano ante el león
ingles
María Páez de Victor
Comentario Político
Noticiero Panorama
Radio Voces Latinas,
Toronto
21 de agosto, 2012
Cuando la página web WIKILIEAKS reveló al mundo la más
grande cantidad jamás de secretos diplomáticos entre los EEUU y sus
aliados, ese gobierno se
encolerizó tanto que echó de un lado
derechos civiles y humanos en su afán de castigar a los que divulgaron crímenes y deshonestidades cometidos en
la guerra illegal contra Iraq.
Una primera víctima ha sido el soldado de EEUU, Bradley
Manning, quien en un mundo justo sería un héroe por desenmascarar crímenes
secretos. En vez, ha sido encarcelado sin juicio; ya lleva 815 días de cárcel,
aunque el máximo permitido por la
ley son 120 días.
Los EEUU y sus aliados desatan una cacería de brujas contra WIKILEAKS, especialemente contra su fundador, el periodista australiano
Julian Assange, quien desde hace
dos meses se amparó en la embajada de Ecuador en Londres. Hay un Gran Jurado de
EEUU que lleva 704 días deliberando los supuestos crímenes de WIKILEAKS en un
juicio secreto, y es a ese juicio secreto donde desean llevar a Assange, para
tratarlo como terrorista y estaría en peligro de tortura y de ser condenado a
muerte.
La
excusa formal contra Assange es que
Suecia lo busca “para interrogarlo” relacionado a una acusación de haber
violado a dos mujeres . Una de las cuales
trabajó para la CIA y ambas le ofrecieron una fiesta a Assange 4 días
después del supuesto delito. Reconocidas feministas no creen en estas
acusasiones, entre ellas, Naomi
Wolf.
El
jueves pasado el Presidente Rafael Correa le concedió oficialmente, asilo
político a Assange. La reacción de
Gran Bretaña fue enviarle una
carta a Ecuador, alegando que según una ley inglesa interna (Diplomatic and Consular Premises
Act, 1987) ellos tienen el derecho
de declarar la embajada
ecuatoriana territorio inglés, y de enviar la policía para detener a Assange. O
sea, dicen poder violar la soberanía de Ecuador y la inmunidad diplomática de
la cede: lo cual está claramente prohibido por las Convenciones de Vienna de
1961, 1963 y 1969.
Esa
ley interna inglesa tuvo como
propósito original proteger al país si una embajada mal usando su inmunidad
diplomática, cometiera actos violentos o terroristas. Lo cual no se aplica al
caso de Assange.
La
amenaza contra la embajada
ecuatoriana fué un acto de suma arrogancia del gobierno inglés, actuando como
un régimen autoritario; es un abuso de poder que ofende el estado de ley y crea
un precedente muy peligroso para el mundo. Y continúan hostigando a
Ecuador manteniendo un cerco
policial alrededor de la cede.
Declaró
el Presidente Correa: “Ecuador no es una colonia inglesa sino un país
soberano”, y concedió el asilo
porque
(1) era bien claro que se trataba de un asilo político, no
de un criminal comun, ni un terrorista
(2) porque ni Suecia ni Gran Bretaña habían seguido el
debido proceso legal
(3) por la razón humanitaria de que no le daban guarantías
que a Assange no lo enviarían a un tercer país donde corre peligro de tortura y
muerte (o sea, los EEUU).
La
insólita y sin precedente amenaza del Reino Unido contra la inmunidad diplomática ecuatoriana
para detener a Assage implica desconocer el derecho internacional. La pequeña
Ecuador le está dando lecciones en materia de derechos humanos y derecho
internacional al prepotente Reino Unido.
Mientras
en América Latina estamos luchando, preservando, manteniendo los derechos
humanos de una manera nunca visto,
en el mundo del Norte vemos un deterioro palpable de los derechos ante
el eufemismo de “guerra contra el terrorismo” en los EEUU que permite la tortura y el
encarcelamiento indefinido, y en Europa bajo la supuesta necesidad de “austeridad” donde se violan los derechos sindicales y del
trabajador.
En Latinoamérica hay apoyo solidario para Ecuador, expresado por UNASUR y los paises del ALBA. UNASUR declaró
solidaridad unánime con la decision de Ecuador de conceder asilo y repudiaron
cualquier intento de parte de los ingleses de violar la soberanía de Ecuador asaltando
su embajada.
Reafirmaron el principio de
Derecho Internacional en virtud del cual no puede invocarse una ley interna
para no cumplir una obligación de carácter internacional. Además reiteran la
vigencia de las instituciones del asilo y del refugio para proteger los
Derechos Humanos de personas que consideren que su vida o integridad física se
encuentra amenazada.
Esta amenaza del Reino Unido es extrema y no tiene precedentes. No la lanzarían si se tratara de un
ciudadano cualquiera solicitado para
cuestionarlo por un delito penal común. Claramente, Assange es un perseguido
político. Su unico “crimen” ha sido el de publicar. De actuar con violencia
contra la embajada, Gran Bretaña pondría en peligro a todas las embajadas del
mundo, y más aún, a todos los periodistas que tendrían que callar por miedo a
ser perseguido.
Este
caso tiene todas estas ramificaciones políticas profundas. Por eso me asombra la escasa
y mala cobertura en los medios canadienses del asunto, que lo tratan como un “show” de Assange,
en vez de lo que es: una bofetada política a uno de los países de Nuestra
América, y una amenaza a la libertad de expresión y al derecho internacional.
Debo informar que lamentablemente, cuando la OEA
propuso reunirse para discutir
este caso, se opusieron tres países: los EEUU, Canadá y Trinidad. Se sorprenden
ustedes?
Bibliografía
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The Guardian, UK, 19
August 2012
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aporrea, 19 agosto 2012
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RT.com, 19 agosto 2012
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Sally Burch, ALAI,
aporrea, 19 agosto 2012
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Wayne Marsden
Report, Alex Jones, INFOWARS. COM
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Greg Barnes, Australian
Lawyers Alliance, The Drum Opinion, 17 August 20120
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Democracy Now, August
17, 2012
Common
Dreams, August 18
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