El “acuerdo” CANADA- UNION
EUROPEA
Maria Páez Victor
Comentario Político
Noticiero Panorama
Radio Voces Latinas
Toronto
22 octubre 2013
Esta semana hemos presenciado un
ejemplo clarísimo de dos fenómenos de nuestra vida política: primeramente, la
manera secreta con la cual gobierna el Primer Ministro Harper; y segundo, la
manera en cual las corporaciones pueden mantener su dominio económico global. Hablo
del anunciado tratado comercial entre Canadá y la Unión Europea (UE) llamado
CETA.
En principio parece una muy buena cosa
que este país trate de diversificar sus mercados para no estar tan dependiente del mercado con los EEUU, verdad? Pero cuando al poderoso vecino del sur le
conviene este tratado, a tal punto que se dice que Harper esta siguiendo las
pautas de Obama, entonces hay que examinar este tratado con detalle. Hay un
dicho en inglés que dice que “el Diablo
está en los detalles.”
Pero ahí está el problema. Nadie puede
examiner los detalles de este presunto tratado! Es en realidad un “ante-tratado”
o sea, una especie de borrador aún no ratificado.
CETA tiene que ser aprobado por 28
parlamentos europeos, y según el Artículo 92 de la Constitución de Canadá, el
gobierno federal puede negociar tratados internacionales pero solamente las
provincias pueden implementar acuerdos que caigan dentro de su jurisdicción.
Así que aún hay mucha agua que pasar debajo de ese puente. Por eso es esencial
que cuanto antes se haga público este documento antes de que el gobierno
prosiga con su propaganda anunciando beneficios de los cuales aun no hay
evidencia.
Pero no han publicado ni una sola
página del documento. El mismo gabinete
de Harper no lo ha visto, ni el Paralamento, ni los primeros ministros de las
provincias, ni mucho menos el pueblo canadiense!
Hemos presenciado un gran teatro político
para distraer al público de los escándalos en el gobierno. El Gobernador General, Sr. David Johnston,
representante de la Reina, dió el Discurso Desde el Trono que señala el comienzo
de una nueva sesión parlamentaria y anunciando la agenda política del gobierno.
Fue estupefaciente. Cuando el mundo – y Canadá- se enfrenta a grandes desafíos
(crisis económica, ambiental y política) la agenda gubernamental se enfocó en derechos
del consumidor, en vez de los derechos civiles del ciudadano canadiense cuando policías arremeten contra quienes ejercen sus derechos de libertad de expresión
y de asociación, donde se calla a los científicos, se criminazliza la protesta,
donde florecen estafas en el Senado y donde laguidecen los pueblos indígenas.
El gobierno enfocó su agenda sobre el crímen - a pesar de que año tras año las
estadísticas demuestran que hay menos crímen en este país-, aseguraron aumento del
presupuesto militar a pesar de que no estamos en guerra, y anunciaron medidas
que comercializan a la ciencia.
En medio de esta mediocridad y
mendacidad, el Primer Ministro, para encubrir el gran escándao del Senado que
ya ha llegado a manchar su propio papel en el mismo, anuncia que ha logrado “el más grande y más ambicioso tratado comercial que jamás Canadá antes
ha logrado”.
Según el gobierno, CETA impulsará
80,000 empleos, cálculo que han sacado
del aire porque el único estudio que se ha hecho sobre este posible tratado fue
en 2008 y no menciona esta cifra. Según el mismo gobierno, CETA va a obligar a Canadá
extender la protección del monopolo de las grandes compañías farmaceúticas, lo
cual dilatará la venta de medicinas genéricas de menor costo. Pagaremos más por
nuestras medicinas.
Según las normas de la UE, para
comerciar con Europa sin pagar impuestos, las compañías canadienses tienen que
tener productos que tengan un 60% de
contenido doméstico. La gran mayoría de exportadores canadienses no cumplen ese
requisito pues los productos contienen partes de EEUU, México o de otros
lugares del mundo. Asi que pocos serán beneficiados.
Según el Capitulo 11 del acuerdo del
tratado de NAFTA con EEUU y Mexico de 1994, promulgado por el Primer Ministro
conservador, Brian Mulroney, en casos de conflictos los inversionistas extranjeros
no tiene que acudir al sistema judicial canadiense, sino utilizar los tribunales
comerciales internacionales que no tienen ninguna supervision democrática. Ya han
demandado a Canada 30 veces ante estos tribunales y ha tenido que pagar $160 m.
a los inversionistas extranjeros. Esta previsión de seguro estará incluída en
CETA.
CETA lo que hará es restringir las
opciones gubernamentales, es decir, restringir la capacidad de los representantes
del pueblo, el Parlamento, de tomar desiciones económicas. La esencia de este
tratado es el proteccionsimo hacia las corporaciones pues fortalece sus
derechos de propiedad intelectual, les da derechos de protección contra regulaciones
gubernamentales sobre el medio ambiente, la salud y los trabajadores, y les da
derecho de demandar al gobierno que así los afecte.
Para Europa, CETA es un paso hacia un
tratado con los EEUU, preparando el camino para una unión corporativa que la
una con toda Norteamérica, es por ello que le conviene a Obama.
El tratado NAFTA de los años 90 logró
cambiar la faz de la economía canadiense. Pierre Trudeau, célebre antiguo
primer ministro Liberal, llamó ese tratado “
esa monstruosa estafa”. Interesante
saber que dirá su hijo que hoy el líder del Partido Liberal acerca de CETA.
Les recuerdo: cuando se implementó el
tratado NAFTA, sectores enteros de la manufactura canadiense simplemente
desaparecieron del día a la mañana y la democracia en este país quedó un poco
más con manos atadas para gobernar la economía.
El himno nacional de este país asegura
que sus hijos “están de pie cuidando a
Canadá”, (“We stand on guard for thee”). Me pregunto hace cuánto que los
miembros del gobierno conservador han leído la letra del himno?
Les
sugiero que firmen la peticion al gobierno solicitando que publique el texto de
CETA y que lleve a cabo una revision pública del mismo.
www.tradejustice.ca/?p=286
Bibiliografía
Scott
Sinclair, “Ten questions for Canadians to
ask about CETA”, rabble.ca, 22 october 2013
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