CHILE ELECCIONES 2013
María Páez Victor
Comentario Político
Noticiero Panorama
Radio Voces Latinas
19 noviembre 2013
En el análisis político los factores no siempre se
tienen a mano. Al analista le queda confiar sus resultados en el estudio de la historia, compararlos con la
situación actual, y hacer su conclusión, de paso con un poco de intuición. Con esta cautela
comento sobre las elecciones de Chile de este pasado domingo.
El movimiento de Bachelet, Nueva
Mayoría, algunos ven como “neo-liberalismo light” y otros como “socialismo light”,
una especie de híbrido, que no es ni una ni otra cosa pero con las desventajas
de ambas. Posiblemente, en su primera vuelta como presidente de Chile del
2006-2010, se pueda decir que así gobernó.
Pero la dinámica política chilena ha
cambiado notablemente en estos últimos años debido a los desaciertos del gobierno del
millonario Sebastián Piñero. El pueblo chileno ha tenido un despertar, quizas
paulatino, pero evidente, que demanda
inpostergables cambios.
El modelo de mercado neoliberal al
que se sumó Chile, desde la dictadura de Pinochet, y seguidos los 17 años
después, ha dado sus malignos frutos :
· -Economía basada en la explotación sin limite de
recursos naturales ligados al mercado internacional de las grandes
corporaciones – en especial la
explotación del cobre.
· -Desigualdad económica preponderante que ha
polarizado la sociedad y las diversas regiones del país, compañada con desigualdad
social y étnica.
· -Las medidas neoliberales han privatizado servicios públicos, la educación y salud especialmente, conduciendo a mayor costo y menos calidad, incrementando la desigualdad.
La dinámica estalla con la valiente
actuación de la juventud estudiantil chilena que no soportando más el alza de
costos de educación, se lanzó a las calles. Tal como el cuento del niño que
gritó que el emperador estaba desnudo, asi mismo los jovenes chilenos hicieron
ver a su pueblo que los problemas de la educación eran un problema del modelo
económico mismo, del capitalismo corporativo que ha embrujado a Chile.
Así mismo, las protestas regionales en Magallanes, Aysén, Chiloé, Calama y
Freirina, desmostraron la ineficiencia e injusticia de la economía chilena.
Los ambientalistas no se quedaron
atrás, hacienda lo posible por demostrar como el desarrollismo, especialemtne
la minería y los proyectos eléctricos dañan la flora y la fauna y las vidas de
pobladores.
Se suma a todo ésto el buen ejemplo
de gran parte del resto de la región: chilenos ahora pueden ver los resultados positivos
de los gobierno progresistas latinoamericanos que han hecho grandes avances en reducir
desigualdades, satisfacer las necesidades básicas de sus pueblos, y de ayudarse
mutuamente en solidaridad genuina. Es el ejemplo de Venezuela, Ecuador,
Bolivia, Argentina, Brazil, Uruguay, Nicaragua y siempre Cuba. Además están muy
fortalecidas las instituciones de integración regional, CELAC, UNASUR, MERCOSUR, y ese excepcional
grupo de mutua ayuda, el ALBA.
Entonces el pueblo chileno, no
satisfecho, ve como otros países muy cercanos han estado abordado los mismos
problemas y con mejores resultados.
Bachelet ahora se encuentra en una
situación parecida a la de un gobierno minoritario un sistema
parlamentario. Esta vez, Bachelet ha ganado
no solamente por la gracia de unos partidos que la apoyan como antaño, sino que
ahora tiene dentro de su Mayoría Nueva, a las mismas fuerzas que despertaron a
su pueblo, notablemente con la elección de 4 importantes líderes estudiantiles
(Giorgio Jackson, Camila Vallejo, Karol Cariola, Gabriel Boric). Tendrá que
gobernar negociando con ellos, más que con la oposición de la derecha que
perdió grandemente en estas elecciones.
Puede suceder en el vaivivén político
chileno, dos posibles escenarios:
·
El Cambio
Efectivo: El gobierno de Bachelet toma un giro más marcado hacia la izquierda, cumpliendo sus promesas
de reforma constitucional y tributaria, apoyo a la educación pública,
revirtiendo privatizaciones en los sectores públicos, nacionalizando el cobre,
defendiento la soberanía chilena ante corporaciones internacionales. Así
fortalece su Mayoría Nueva, y aumenta su apoyo popular. Esta opción provocará oposición
fuerte y despiadada de la oligarquía chilena aliada a la hegmonía
estadosunidense.
·
El Cambio
Promesa: El gobierno de Bachelet arrastra los pies, se envuelve en burocratismo,
lleva a cabo el mínimo de los cambios prometidos, pierde tiempo y esfuerzo en confilictos internos de su Mayoría Nueva, y
el apoyo popular decae, mientras que el apoyo a su gobierno de las fuerzas neoliberals
incrementa. Este escenario significaría que los líderes estudiantiles fuesen
co-optados por el gobierno, o sea, que les faltarle el corage de seguir sus
luchas. Ello implica que las próximas elecciones será aún más tempestivas – tal
como lo indica el grande porcentaje de no-votantes este año (solamente el 48%
votó). Este scenario conducería a un mayor deterioro en la credibilidad de la
democracia.
Los various candidatos progresistas a la presidencia
también tienen un rol que jugar – Marco
Enríquez Ominami, Marcel Claude, Alfredo Sfeir, Roxana Miranda. Podrían apoyar
un proyecto genuino de cambio por parte de Bachelte. Podrían ejercer presión positiva desde la oposición, o podrán caer en
las rencillas personalistas de la izquierda que tanto daño hacen a su causa.
Ambos escenarios pronostican cambios sociales y
conflictos políticos. Está visto que “estabilidad”, interpretada”, como nada
cambia, las cosas siguen por igual, ese escenario esta descartado. El pueblo
chileno ya ha salido a la calle, ya ha
adquirido cierta conscientización, no
está atemorizado como en la dictadura y ya no cree en las villas y castillas
del modelo neoliberal al cual le dió amplio chance de actuar. El emperador
sigue desnudo.
Le toca ahora a Bachelet decidir si quiere ser parte
de la nueva realidad que es Nuestra America,
de la re-toma de la región por sus gobiernos soberanos, entrelazados por una
genuina integración, para asi satisfacer a sus pueblos o si, continuará siendo
la doncella aislada del imperialismo capitalista.
Manuel Zelaya, de la clase terrateniente hondureña, al
llegar a la presidencia, tal como San Pablo,
tuvo su momento de iluminación y se alió con su pueblo. No triunfó, pero luchó la buena
batalla. Bachelet bien puede hacer lo mismo, pero, tiene mucho más chance que
Zelaya de triunfar.
Ojalá que Bachelte continúe la labor que le fué negada a
Salvador Allende continuar.
Le deseo triunfo al pueblo hermano de Chile!
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