EL DECRECIMIENTO
María Páez de Victor, Ph.D.
Comentario Político, Noticiero Panorama, Radio
Voces Latinas, Toronto
24 abril 2012
Durante las décadas
de 1970 a 1990, Canadá estaba a la vanguardia de la protección ambiental con
consejos ambientales gubernamentales, leyes, procesos comprensivos para determinar impactos ambientales,
surgieron importantes grupos ambientalistas no-gubernamentales, y el medio
ambiente siempre estaba entre las primeras prioridades en los sondeos de
opinión pública.
Hoy tenemos la
triste realidad de que los gobiernos canadienses cada día actúan más para proteger las
corporaciones que velar por el impacto social y ambiental de projectos
industriales. El gobierno federal ya tiene una ley que reducirá sustancialmente
el proceso de determinar impactos ambientales. Desean quitar todo obstáculo a
la extracción del petróleo bituminoso de Alberta.
Antes se hablaba de
la “sustentabilidad” y “desarrollo
sustentable”. Hoy los ambientalistas están alejandose de ese concepto pues con
datos verificables sobre el cambio climático, ya no pueden creer que se puede sostener la sociedad industrial en
esta era de capitalismo global. Estiman que necesitaríamos 4 planetas Tierra
para que la población mundial pueda consumir como un canadiense.
Se habla hoy de una
crisis financiera, pero solamente es la punta del iceberg, pues por debajo está
la monstruosa crisis ambiental y energética. Qué economía tendremos cuando se acabe el agua dulce, se
contamine el aire, suban las aguas del mar, mueran los peces, se acabe el
petróleo, y la agricultura sea impedida?
Se nos ha hecho
creer que el centro de la economía es el crecimiento económico, medido por el Producto Interno Bruto (PIB). A
modo de fé , se dice que sin ese crecimiento no puede haber desarrollo, pues es
la base del “progreso humano”. Toman como incuestionable que el crecimiento
económico necesista aumentar
constantemente la oportunidad de lucro para los inversionistas, los dueños del
capital, (el 1%) y que eventualmente los beneficios poco a poco descenderán
hacia los menos favorecidos (99%).
Las élites han
apoyado este mito con todo el poder a sus manos, a pesar de cualquier indicador
empírico en su contra.
El sistema
económico está basado en la depredación de los recursos naturales para sobre-producir
y mantener un consumismo derrochador en el Norte y mantener en la miseria los
países del Sur de donde proviene
la mayoría de los recursos naturales cláves.
Sólidos datos
cientificos señalan que hemos
llegado al límite de lo que la Naturaleza puede soportar. Habiendo quemado en estos ultimos 300 años , un
conjunto de carbón y petróleo que tomó 300 milliones de años para formarse, el
resultado es:
·
Se derritan los hielos polares amenazando los países bajos, ciudades
costales, osos polares, ballenas y
focas;
·
El alza de la temperatura amenaza la agricultura, biodiversidad, salud humana, y las especies
·
Surgen huracanes y tormentas con
frecuencia y fuerzas sin precedentes.
·
La destrucción irreversible de ecosistemas y la extinción de millares de
especies debido a la industria humana es de un nivel asombroso.
Además, hay una
creciente polarización mundial, dentro de los países del Norte entre los
ultra-ricos, y una ciudadanía cada vez mas empobrecida; y entre los países
ricos y pobres la desigualdad es que hay actualmente 2 billones de personas en
el mundo que viven con menos de $2 al día.
Los países ricos se
enriquecieron con la extracción de recursos, mayormente de los de los países
menos ricos que subyugaron. Esta es la deuda ecológica que los países poderosos
han contraído con los países menos
poderosos.
El sistema
económico no ha traído prosperidad
mundial, ni un mundo más equitativo, ni siguiera en los países más capitalistas
donde la actual crisis financiera ha desenmascarado gran injusticia social y
desigualdad.
En
Latinoamérica, hay un renacer
político con la elección de gobiernos progresistas que en principio rechazan el
“capitalismo salvaje” como dice el Presidente Hugo Chávez, y que
abiertamente desean proteger la Pacha Mama como lo asegura el Presidente Evo
Morales. Buscan desarrollo para
realidades como :
salud, comida, albergue,
educación, y participación política.
Aquí en el Norte,
estamos bombardeados por la propaganda que nos induce a consumir, a sentirnos
insatisfechos si no compramos los productos anunciados. Ese es el propósito de
las agencias publicitarias.
Necesitamos
zafarnos de la trampa del “desarrollismo” y “consumismo”. Necesitamos un más
sano vínculo con la naturaleza y una producción guiada a las necesidades verdaderas,
y a respetar ecosistemas y las especies.
Con ese fin,
eminentes ambientalistas ahora hablan
del decrecimiento. Es decir, los paises ricos deben reducir su
pisada ecológica, su PIB, para que los paises pobres puedan tener desarrollo
suficiente para salir de la pobreza.
Indican que si se
puede tener una buena vida sin un
continuo consumismo. Proponen una economía que se atiene a los límites de la
Naturaleza, que conduce a una buena calidad de vida sin derroche y cuidado hacia las especies que
comparten el planeta con nosotros. En mayo 14-19 habrá una conferencia en
Montreal enfocada al De-crecimiento en Las Americas.
El decrecimiento es
una idea paradigmática, es decir, que cambia actitudes y valores, el modo de
mirar al mundo. Implica cambio radical del modelo económico con profundas
ramificaciones sociales. No es un modelo único, exige creatividad y diversidad
y pregunta:
·
¿Qué tipo de vida queremos para nuestros hijos?
·
¿Qué tipo de planeta queremos dejar a nuestros nietos?
·
¿Para qué es la economía, a
quien sirven las industrias y las corporaciones?
Hay que crear
consciencia del dañino papel de las industria extractivas mineras canadienses
aquí mismo y en el Sur, y del siniestro papel de la propaganda comercial que
aumenta la insatisfacción personal y ofrece la manzana envenenada del
consumismo materialista.
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