GOLPES “SUAVES”
María Páez Victor
Comentario Político
Noticiero Panorama
Radio Voces Latinas
Toronto
25 febrero 2014
Los Estados Unidos ha tenido una política hacia Latinoamérica
consistente desde más siglo y medio: no
permitir ningún gobierno que sea inconveniente a sus intereses; 90 veces ha
tumbado o desestabilizado gobiernos de Nuestra America. No importa de que
partido sea el presidente estadosunidense.
Entre 1840 y la década de 1920, los EEUU utilizaba sus tropas
para derrocar gobiernos: entraron a México, República Dominicana, Nicaragua y Haití. En la década de los 1970, utlizaban militares
latinoamericanos, entrenados en torturar y matar en la infame Escuela de las
Americas en EEUU, para realizar golpes violentos, tal como los militares apátridas
de Chile que tumbaron a Salvador Allende.
Hoy los EEUU y sus aliados tienen un nuevo modo de desestabilizar
a los gobiernos que consideran inconvenientes. Es el “golpe suave” o la “revolución
de colores” que aplicaron en Europa del
Este, en Siria, en Egipto y en estos días Ukrania, y Venezuela.
Actúan con guerra sicológica, guerra económica, guerra mediática,
para crear sozobra en un pueblo contra su gobierno. Buscan el apoyo de alguna
institución gubernamental como la judicial o legislativa; asi le dieron golpe a Arisitides, Zelaya y
Lugo.
En Venezuela este mes de febrero 2014, se ha desatado un
ataque feroz, orquestrado de manera casi matemática, tal cual el manual de la
CIA. Nunca se había sentido en ese país una confrontación a tantos niveles con
el fin de crear descontento y zozobra entre la población, tratando de provocar
una reacción violenta de parte de las fuerzas del órden.
Empezó con el ataque económico justo antes de las compras
navideñas, con especulación financiera sin precedentes, manipulación del mercado
negro de dólares, difamación a nivel internacional de la economía con mentiras
desfachatadas; luego el doble flagelo
del acaparamiento y el contrabando para crear escasés artificial de productos. Siguió
el ataque cibernético simultáneo a 65 computadoras de instituciones
gubernamentales, ataque que vino desde afuera.
Hay escasés de comida en un país cuando no hay los productos
o el dinero para comprarlos: estas condiciones no existe en Venezuela. La clase
empresarial creó escasés artificial. Con la actuación firme del gobierno de
Maduro, desmantelaron los galpones donde estaba la comida, y pararon el
contrabando que no era económico sino
político porque los comestibles no se vendían,
sino se echaban en los caminos y quebradas de Colombia. Y regularon bajo penas
severas la especulación con que los mercanates exigían lucro del 200% al 1,500%
por artículos importados con dólares preferenciales. Todas estas medidas le
dieron a Maduro una aceptación del 80%.
Luego vinieron las protestas. Los mensajes interceptados
entre la embajada de EEUU en Caracas y Washington, indican que tenían a su
disposicon $5m nada más desde enero para “agitar la calle”. Le dieron
motocicletas especiales y Bs. 3000 por día a los manifestantes pagados,
dirigidos por saboteadores profesionales y paramilitares.
En Venezuela, todas las instituciones del poder están de lado
de la Constitución y el órden democrático, incluyendo el firme apoyo de las
Fuerzas Armadas Bolivarianas. El pueblo no es una masa; está organizado en consejos
comunales, comunas, comités de todo tipo: y es un pueblo letrado, consciente
que entiende perfectamente lo que está en juego: su futuro soberano y un
gobierno que ha rebajado la pobreza de 80% a 21% y la pobreza extrema de 40% a
5.5%; que le ha dado buen servicio gratuito de salud, eliminado el
analfabetismo y la desnutricion infantil, y que ha logrado que Venezuela sea
uno de los países más felices del mundo según varias encuestas internacionales
imparciales.
Pero las élites cuentan con dos compinches: la clase empresarial
y los medios de comunicación. El golpe de estado del 2002 fué organizado por la
Cámara de Comercio (Fedecamaras), los medios, y los EEUU. Esto ya es historia
conocida, verificada por WIKILEAKS.
La inmensa mayoría de los medios venezolanos son privados, y
adversan al gobierno. Solamente el 4.5% de la TV y radio es gubernamental; el
90% de los periódicos son privados, y estos medios privados tienen fuerte
relación con los medios internacionales, cosa que no tienen los medios del gobierno.
Los medios internacionales rara vez señalan la violencia de
la oposición, particularmente en Venezuela.
Asumen que la violencia es sólo de parte del gobierno. Asumen que las
violaciones de los derechos humanos siempre son de parte del gobierno y nunca ven
los muertos, heridos, y destrozos de la
oposición. Ya hay 10 muertos y 137 heridos: como se va a admitir esa impunidad?
Las protestas venezolanas todas se llevaron a cabo en las
zonas ricas, pues saben que si van a las
zonas populares, el pueblo los detiene. Como ha sucedido varias veces. Unos han
ido a la protesta en sus automóviles Hummer– que ironía!
No tienen igual peso moral o político las posiciones de una
persona demócrata que defiende el órden constitucional a las de una persona
anti-democrática (para no decir fascista) cuya protesta se basa en querer
“Matar a Maduro” –consigna que gritaban- y derrocar el gobieron elegido por
mayoría del voto popular. Políticos del norte se creen con el derecho –que nadie
les ha dado- de dictaminar qué es o no un gobierno democrático, y al Diablo con
la voluntad del pueblo.
Como dijo el periodista colombiano William Ospina, “Venezuela es el único país donde los ricos
protestan y los pobres celebran.”
Más de 30 organizaciones solidarias han enviado al gobierno canadiense
un comunicado respaldando la democracia en Venezuela. Les ruego que le envíen
copia al Miembro de Parlamento de su distrito electoral. Pueden obtener copia de este comunicado en mi
blog: www.paezvictor.blogspot.com
Tenemos que educar a los políticos canadienses, tan aislados
de su propio continente, acerca de
Nuestra América.
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