Por qué la pobreza?
María Páez Victor
Comentario Político
Noticiero Panorama
Radio Voces Latinas
4 febrero 2014, Toronto
El Arzobispo Dom Hélder Cámara, de Brazil una vez dijo
sagzmente: “Cuando le doy a comer a los
pobres dicen que soy un santo. Cuando pregunto por qué ellos son pobres, dicen
que soy un comunista.”
La pobreza se percibe de manera diferente en los países
desarrollados y los menos desarrollados.
En los países menos desarrollados el fenómeno se refiere a
una falta absoluta de condiciones básicas de vida para el individuo y las comunidades:
falta de nutrición adecuada, de alojamiento, escasés de ingreso y trabajo,
falta de educación necesaria, condiciones insalubres de vida, mala salud, y
exclusión socio-política. Generalmente, en estos países, los pobres son la mayoría.
En los países ricos, la pobreza se identifica cuando individuos
y grupos no tienen acceso a los recursos que tipicamente tiene el resto de la
sociedad; hay exclusión relativa de las riquezas económicas, sociales, políticas
de que goza la mayoría de los ciudadanos. A los pobres se les obstaculiza llegar
a su potencial humano y social pleno; son las minorías: indígenas, minorias
raciales, mujeres, madres solteras, personas de bajo nivel educacional,
imigrantes, trabajadores a medio tiempo o destajo, los desempleados.
Lo peor de la pobreza, en cualquier país, es que afecta
gravemente la salud, bienestar y calidad de vida de individuos y comunidades.
Pero en los paises ricos se cree que la culpa son fallas del
individuo mismo.
La causa de la pobreza, en cualquier país sea desarrollado o no
, se debe a que el sistema político y económico no provée el empleo o la
asistencia necesaria. Es decir, la
pobreza es el resultado de medidas políticas y económicas gubernamentales–no del
individuo solo. Medidas como regulaciones de trabajo y empleo, de impuestos, sobre la tenencia de tierra, leyes comerciales, y la restistribucion de la
renta. Estas forman las condiciones de vida para la ciudadania.
En la mayoría de los paises ricos capitalistas , la percepción
de pobreza lleva un tono moralístico en que se distinguen pobres que no merecen ser pobres y los que si
lo merecen – aquellos que han sufrido alguna desgracia que los ha vuelto pobre
no tienen culpa pero a los otros se les
considera que en algo han fallado. Por ende, programas para asistencia se han concebido con
rasgos casi punitivos, humillantes.
Se cree que a los pobres no hay que ayudarlos muchos para que
tengan incentivos para trabajar. Pero a la vez, se considera que hay que darle
todo tipo de benficio y facilidad a los empresarios para que trabajen.
En Canadá ha habido
poco cambio en las estadísticas de pobreza en las últimas décadas, entre el 14%
al 18% , pero han habido incrementos en ciertos sectores, tal como la pobreza infantil, la pobreza aborígen y entre
imigrantes. Pero la desigualdad ha crecido porque
los beneficios del desarrollo económico ha ido a los más ricos, mientras
que la situación del 50% de los canadienses más pobres ha deteriorado.
Hay un énfasis extremo
en el individualismo: la creencia
de que que cada individuo debe busca su propio interés, sin creerse responsable
del otro, de su vecino. Hay una tolerancia
creciente del del egoísmo. No se hace la conección entre los males
individuales y el sistema social amplio en el cual se vive. Henry Giroux llama ésto un estado de coma moral.
Oyendo el discurso de la toma de posesión del Presidente Hugo
Chávez en 1999, discurso profético que trazó lo que hizo en sus 14 años de gobernante,
noté que dijo exactamnte lo opuesto del
ministro de trabajo canadiense quien dijo que no era su incumbencia darle de comer al hijo de su vecino. Chávez –
al contrario- dijo que cada niño que
conocía era como si fuera el suyo. Igual que el poeta venezolano Andrés Eloy
Blanco que escribió que el que tiene un hijo tiene todos los hijos del mundo. Y
en Canadá tenemos un inaceptable índice
de pobreza infantil: 14.3%
La norma en los paises capitalistas es la corporación, como
si todo fuese un mercado, como si acumulación de capital fuese lo mas importante
cueste lo que cueste socialmente o al medio ambiente. Asi se promueve el gigantezco
oleoducto que atravesará este país porque asi
ganarán capitales las petroleras.
Estuve absorta oyendo los discursos de los presidentes
Latinomaericanos y caribeños en la II Cumbre del CELAC en La Habana la semana
pasada. Que verbo! Que discursos llenos de ideas, de sabiduría, de objetivos
concretos. No eran políticos títeres que hablan con oraciones prefijadas por
otros. Qué orgullo - porque cada uno , incluso los de derecha, entendía que había
una relación clara entre lo que ellos decidan, y las condiciones de vida de sus
pueblos. No evadían los asuntos
graves, no presentaban retóricas inútiles, sabían la grave responsabilidad histórica
que como gobernantes tenían en frente.
Aquí en Canadá los políticos cultivan el cinismo de sus
ciudadanos con sus palabras rebuscadas, con el mentir y disimular, y el ataque
a los que cuestionan.
Lástima que el resto del mundo no estaba presente en la
Cumbre de CELAC para que tomaran una lección de lo que es ser un estadista
verdadero, un gobernante consciente de su deber: Latinoamérica y el Caribe brillaron en CELAC.
Hay grandes esperanzas.
Bibliografía
-Dennis Raphael, Poverty
and Policy in Canada, 2007
-Henry A. Giroux, Beyond
Savage Politics and Dystopian Nightmares, TRUTHOUT, 2013
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